Paz
en la cancha y en las tribunas.
El
día en que el Ex presidente Álvaro Uribe Vélez logró el triunfo para Colombia
en las elecciones de la FIFA para ser país anfitrión del mundial sub-20 del año
2011, se estipulaba en el pliego de condiciones de la FIFA que ningún estadio
sede del mundial podría tener dentro de su perímetro algún tipo de malla o
cerca que separa a las hinchadas en las tribunas o al gramado de dichas
graderías.
Jhon Javier "choronta" Restrepo - Capitan del DIM. |
Era
claro a partir de ese momento que se avecinaba un reto en el tema cultural para
el país, los estadios se remodelaron, las ciudades acogieron el mundial y como
se había declarado antes de dicho certamen, las mallas se retiraron por
completo de todos estos escenarios deportivos.
El
mundial se celebró con toda la alegría del caso, un mundial que quedó para la
historia como el mundial sub-20 al que más personas asistieron, terminó con un
Brasil campeón y una infraestructura deportiva para el país en excelentes
condiciones.
Tiempo
después iniciaron los torneos locales y la gente empezaba a asistir a los
estadios nuevamente, aunque de forma timorata debido a que como era bien sabido
en el país las mallas ya no separaban los estadios en fracciones denominadas
tribunas y ahora si, las verdaderas grandes y violentas hinchadas iban a poder
pasar de tribuna en tribuna formando peleas y enfrentamientos que podían cobrar
vidas como ya había sucedido múltiples veces en el pasado.
Fueron
transcurriendo las fechas de la Liga Postobon, liga que actualmente es la
encargada de representar la participación en la primera división de los 18
equipos que juegan en el fútbol colombiano, transcurrieron las 8 primeras
fechas sin ningún tipo de inconveniente en ninguno de estos estadios a los que
se les había retirado la “protección”.
Hasta
que llegó la fecha #9, fecha que dentro del calendario de dicha liga estaba
nombrada como la fecha de los clásicos, fecha que para las autoridades era
denominada como esa fecha bisagra en la cual se iba a poner a prueba en todo su
esplendor esa teoría que indicaba que nuestro país, nuestra cultura y nuestra gente
de verdad estaba preparada y culturizada para asumir este reto y disfrutar del
fútbol sin que se presentaran desmanes en las tribunas.
Los
partidos transcurrieron con normalidad, dentro de los perímetros de ningún
estadio del país se registraron actos violentos y el parte de las autoridades
era positivo, hasta que infortunadamente y luego de terminarse los encuentros
deportivos en un cruce de la ciudad de Medellín entre la calle San Juan y la
Carrera 65 se cruzaron dos buses repletos
de seguidores del atlético Nacional y el Deportivo Independiente
Medellín y se formó una trifulca que terminó con 6 capturados y un joven
apuñalado que fue trasladado a la clínica de la policía.
Es
de acotar y de aclarar que en el estadio Atanasio Girardot y sus alrededores sobró
cultura y buen comportamiento entre las hinchadas y los jugadores dentro del
terreno de juego, así como también resulta lamentable que después del buen
espectáculo vivido en el máximo escenario deportivo de los Antioqueños se sigan
presentando este tipo de acontecimientos que empañan el fútbol y generan
zozobra entre los hinchas que verdaderamente disfrutan de esta fiesta
deportiva.
Las
alarmas por parte de las autoridades están prendidas y en alerta, pues la fecha
número 10 del fútbol profesional colombiano tiene programada en su calendario
un nuevo derbi montañero que se disputará sábado a las 6:30 pm y que
seguramente tendrá un espectacular marco de público.
Se
espera por parte de las autoridades que las hinchadas acudan al recinto
nuevamente en paz, que disfruten del juego y que entiendan que es solo un
deporte y que como toda actividad de nuestra vida merece un grado de tolerancia
y respeto por los gustos ajenos, pero también se espera por parte de los entes
gubernamentales que el buen comportamiento no solamente sea aplaudible y
destacable al interior del Atanasio, sino que en sus alrededores y en toda la
ciudad el comportamiento sea optimo y adecuado de un pueblo que en lo deportivo
empieza a mostrar visos de una cultura estadio en donde se respetan los
intereses de los demás.
Nota:
escuchen una pequeña declaración de John Javier “Choronta” Restrepo, capitán de
Independiente Medellín, quien en dialogo
con nosotros dijo abiertamente que tiene buenos amigos en Atlético Nacional y
que la diferencia en los colores de la camiseta no es impedimento para
establecer buenas relaciones con los demás.
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